Cazar significa perseguir con el propósito de destruir. Paparazear es cazar, pero no con arma de fuego, sino con una cámara fotográfica.

Me han dicho que la finca del expresidente López Obrador en Chiapas regularmente es visitada por paparazis, esto es, por cazadores de imágenes de personas que no desean ni autorizan se les fotografíe.

Si actúan por cuenta propia, tales profesionales del sensacionalismo gráfico pretenden nada más vender las fotos de Andrés Manuel y ganar un dinerito. Pero, quizá, más bien se trata de fotógrafos y fotógrafas a quienes pagan medios de comunicación, o inclusive a quienes patrocinan periodistas famosos y con recursos.

Sea lo que fuere, lo que se pretende es exhibir al expresidente en su retiro con el propósito de ridiculizarlo.

¿Qué empresas mediáticas o periodistas importantes podrían estar participando en la cacería fotográfica del tabasqueño? Especulo enseguida.

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De México, creo que tendrían interés en dañar a AMLO los periódicos Reforma, El Financiero, El Universal; las revistas Proceso, Nexos y Letras Libres, y los portales de internet Latinus y Animal Político. Del extranjero, el diario español El País y el estadounidense New York Times.

¿Periodistas odiadores de AMLO con suficiente patrimonio para gastarlo por cuenta propia en eso y vengarse así de todas las veces que Andrés se burló de ellos en las mañaneras? Pienso que cumplen con el perfil Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Héctor Aguilar Camín, Denise Dresser, Ciro Gómez Leyva, Raymundo Riva Palacio y Pablo Hiriart.

Así la prensa mexicana. Ya veremos si tienen éxito los cazadores fotográficos de AMLO en su búsqueda de imágenes del expresidente en La Chingada.

Tiempo de mujeres

Hoy habrá un evento por los primeros cien días de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, quien ha realizado su trabajo con bastante más éxito del pronosticado por la prensa en el arranque de su periodo. Ella es la segunda mujer al frente de la administración pública de la capital de nuestro país. La primera, también muy exitosa, fue Claudia Sheinbaum, actualmente presidenta.

Por cierto, es la segunda vez que hay una mujer fiscal en la CDMX, Bertha María Alcalde Luján. La primera en el cargo fue Ernestina Godoy Ramos, ahora consejera jurídica de Sheinbaum.

Si había dudas acerca de si Bertha María podía amansar al monstruo que es la fiscalía capitalina, ayer quedó perfectamente evidenciado que le sobra carácter para la tarea.

En un video difundido en X, la fiscal dijo sobre algunos casos que involucran denuncias de hechos de violencia contras las mujeres y ponen en riesgo a nuestras infancias y adolescencias:

  1. Que la fiscal Alcalde garantizará la procuración de justicia en igualdad de condiciones y erradicará vicios como el influyentismo y la corrupción.
  2. Que su fiscalía no tolerará “bajo ninguna circunstancia” la manipulación del sistema con recursos económicos o aprovechando vínculos con el poder.
  3. Que ella tomó la decisión de sustituir al titular de la Fiscalía de Investigación de Delitos Cometidos en Agravio de Niñas, Niños y Adolescentes por su mala actuación en el caso de Mafer Turrent, detenida a pesar de ser víctima de violencia vicaria por parte de su expareja.
  4. Que se compromete a evitar arbitrariedades de los ministerios públicos.
  5. Que en la fiscalía de la Ciudad de México se investigará y procurará justicia “con total imparcialidad y perspectiva de género” y desde luego para proteger el interés superior de las y los menores.

El reto ahora es que haya fiscales con ética como Bertha María Alcalde en todas las entidades federativas, ya que en muchas de ellas la regla es el abuso contra mujeres y menores de edad. Deberá ser una prioridad de la presidenta Sheinbaum, de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y de la consejera jurídica, Ernestina Godoy.