Los señores Alejandro Junco padre e hijo son los dueños de tres influyentes diarios en las tres ciudades más importantes de México. Ellos poseen Reforma, editado en la capital del país; El Norte, en Monterrey, y Mural en Guadalajara.
Los tres rotativos, en sus ediciones impresas y de internet, están llenos de notas contra el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Destaco esta: “Reparen el AICM. No voy a ir al AIFA”. De lo que se trata es de dar a entender que la mayoría de los pasajeros frecuentes se niegan a utilizar el nuevo aeropuerto.
No sé si los señores Alejandro Junco hijo y padre han despegado desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles o aterrizado en sus pistas. Supongo que no porque, si lo hubieran hecho, no dedicarían en sus diarios tanto espacio a criticarlo, lo que hacen normalmente con falsedades.
Tampoco sé si Junco padre e hijo posean avión privado —ojalá así sea, con toda sinceridad les deseo la vida más placentera—, pero aun en ese caso estoy seguro de que viajan de Monterrey a la Ciudad de México también en aerolíneas comerciales.
Pronto Aeroméxico operará vuelos desde el AIFA a Monterrey y a Guadalajara. Les invito a utilizarlos. Verán que el nuevo aeropuerto es bello y funcional y, por cierto, a pesar de que no han concluido algunas obras viales, el traslado en coche desde la terminal a cualquier punto de la capital mexicana tomará 20 minutos más que al AICM… Un momento, esto no es así. En automóvil, desde el AIFA a Santa Fe se hacen 50 minutos, mientras que hay que invertir más de una hora —a veces mucho más de una hora— para ir del actual aeropuerto a esa zona de la CDMX.
Un editorialista muy objetivo de Reforma, Sergio Sarmiento, pide en su columna de hoy que se terminen las obras viales que conectarán al AIFA con la Ciudad de México. Le aseguro al periodista que también dirige un noticiero líder en Heraldo Radio, que ahora mismo no es tan complicado llegar al Felipe Ángeles. Solo 20 minutos más, don Sergio, para estar en el nuevo aeropuerto, lo que es una maravilla frente a los retrasos de los vuelos en el AICM, a veces de varias horas, causados por las deficiencias de sus pistas y por muchos otros problemas que vienen de muy lejos, que no surgieron en la actual administración federal.
Sarmiento es un viajero frecuente, y yo también. Compramos boletos de avión la mayor parte de las veces por trabajo y a veces por vacaciones. Lo invito a conocer el AIFA, le gustará. La experiencia de estar en un aeropuerto tan limpio y práctico le agradará. Desde cualquier punto de la CDMX el periodista Sarmiento no hará más tiempo del que hace cuando, por ejemplo, llega a Nueva York y se traslada a Manhattan.