He estado leyendo y escuchado comentarios cargados de coraje y berrinche contra el expresidente Ernesto Zedillo. Definitivamente lo que dijo en torno a la reforma judicial fue que estaba en contra de la misma y aseguró que estar a favor de ella es un despropósito que tendrá y traerá múltiples injusticias a nuestro país.
Así como fue aplaudida su participación con el conductor Ciro Gómez Leyva, donde el ex presidente externó que ya no podía quedarse callado ante lo que dijo es un acto de tiranía esta nueva reforma judicial, aceptando que se había alejado de la política por casi casi salud mental.
Por supuesto esto generó mucho enojo en los morenistas y ya ni se diga en el caso de López Obrador.
Lo que tendríamos que aceptar es que a Morena le falta un personaje que tenga el arrastre que la oposición sí ha tenido, en conductores de noticias, en políticos, expolíticos también.
Me dirán algunos “es que Morena cuenta con la figura con más arrastre que todos los demás y se llama Andrés Manuel López Obrador”. Pero él ya se va. Aunque nunca se vaya, pues.
Lo que diga tras la figura de Claudia Sheinbaum no tendrá el peso que tiene ahora, porque desgraciadamente para ella y sus seguidores y para los que no lo son, la sombra de AMLO vivirá encima de la futura presidenta lo que dure su sexenio.
Incluso hablar como habla el presidente sin que sea la forma de hablar de Claudia Sheinbaum es la “fórmula” que creen tener que los llevará al éxito.
Pero no. Es decir a la 4T le hace falta un personaje de arrastre y no han dado con él.
Quizá han querido plantar a Noroña como uno de ellos, pero le gana la entraña y la grilla y no termina por volverse un opinador respetable.
Del mismo modo hay gente que llora de ardor contra Lilly Téllez, pero no analizan sin corajes que se aventó una puntada que bien o mal, todo mundo habla de ella al decirle a Gerardo Noroña, el que muchos dicen será candidato para la presidencia para el 2030, la palabra “bellaco”.
A mí me dio risa porque mi hermana que en paz descanse me decía así “de cariño”.
Entonces ahí sin querer queriendo, casi, la oposición tiene ya a varios miembros que cuando alzan la voz se les pone atención: Ernesto Zedillo, Lilly Téllez, Xóchitl Gálvez y hasta Carlos Loret de Mola.
La construcción de personajes que le dieran seriedad a Morena no resultó.
Nadie se toma ni se tomará en serio al “periodista” Lord Molécula. Ya desde su apoyo entendemos el porqué. Y en cambio no han dejando entrar a la mañanera desde hace días a Palacio Nacional a la periodista Reyna Haydeé Hernández.
Esa periodista que hace emberrinchar al presidente porque lo aborda y cuestiona de manera natural, sin miedo alguno. Así que el presidente ya no quiso que entre a su Palacio.
Piensa que es personal y que lo quiere desprestigiar. Y luego dice que no hay censura…
No escribiré acerca del tema de la carta de Genaro García Luna porque siento que hay mucha basura entre tanto show.
Y si Claudia Sheinbaum ya es una legítima ganadora para ser presidenta, no término de entender porqué como dijo ella, quieren golpear a López Obrador a través de esta carta escrita a puño y letra.
¿Cuál es el plan? Nada pasará. La reforma judicial va porque va, porque al presidente no se le va una.
Claudia Sheinbaum tendrá que darle voz e importancia a personalidades que la rodeen que tengan credibilidad. Colocar junto a ella a Ernestina Godoy, por ejemplo, o a Citlalli Hernández, no le ayuda.
A mí me encanta la fuerza que proyecta Altagracia Gómez, considerada una de las mujeres más poderosas y una de las empresarias más influyentes del país. Me parece que es honesta. Algo tiene en su mirada y en la forma de hablar que me proyecta sensatez y rectitud.
Quizá si Claudia Sheinbaum pudiera darle más espacio a personalidad como la de ella, y dejando un poquito descansar un ratito a los que solo han hecho el ridículo con tal de defender a la 4T o apoderarse de un huesito, podría empoderarse de otra manera la narrativa del partido político que rige a todo el país literalmente.
Porque está bueno Noroña para divertir pero no llega mucho más allá de seguir así.
Sé que ha luchado años por trascender en la política y siendo presidente de la Mesa Directiva del Senado sin duda es un gran paso para el.
Pero si se pone a pelear desde ahí con otros senadores y senadoras burlándose de sus nombres y carcajeándose pues difícil tomarlo en serio.
Sobre todo si va para presidente o si su función es defender, distraer, o ser vocero de la presidenta, que por increíble que parezca, así era hace tiempo, pero alguien con mayor sensatez habrá convencido a la futura presidenta de cambiarle el puesto.
Así que aquí espero que haya ya seriedad en Morena. Sé que hay muchas personalidades dentro del gabinete de la futura presidenta que pueden darle ese balance y equilibrio. Espero que puedan hablar y aparecer un poco más en los espacios públicos para que la llegada de la futura presidenta al gobierno sea suave y confiable.
Bueno, eso opino.
Es cuanto.