Las elecciones del Estado de México y Coahuila se han convertido en un termómetro en tiempo real de lo que se podría vivir en 2024. Por una parte, la determinación de Ricardo Mejía Berdeja al desconocer la encuesta interna de Morena y aventurarse compitiendo por el Partido del Trabajo deja sentado un precedente sobre el mecanismo predilecto de López Obrador.
Su avance bien dará bríos para que más de un inconforme se aviente por la libre, pues ni al maestro Anaya lograron imponer la negativa al ex secretario de Seguridad. Al menos, no cómo se lo impusieron al Partido Verde, que se dice, mantiene un compromiso de acompañarle en las urnas aunque no en las siglas.
Sin embargo, a pesar de la lejana probabilidad de que Armando Guadiana por fin se convirtiera en gobernador, a unos días del cierre de precampañas este 12 de febrero, el coordinador del ungido por Morena podría dejar su puesto. Luis Fernando Salazar fue diputado y dejó Acción Nacional para apoyar al senador con la jugosa promesa de que con el apoyo de su estructura ex-blanquiazul lograra acceder a la Secretaría de Gobierno. Aunque poco se puede hacer cuando la confianza está rota y las traiciones se colocan a la orden del día, pues con un video donde anuncia su decisión final se confirma la dificultad que ha tenido el partido del presidente para integrar un equipo sólido en Coahuila.
A Salazar le habrían encargado hacerse responsable del cuidado de las cuatro mil casillas electorales, pero con las manos atadas debido a que los priístas que operan la campaña de Guadiana serían los encargados de nombrar al mando del coordinador electoral y a los representantes de casilla. Al parecer, según el ex coordinador de la pre-campaña, nadie se ha sentido ya integrado a un equipo en el que son chapulines los que deciden. Pero Coahuila no es el único problema de Morena.
A pesar de que el Partido Verde en el Estado de México acompaña a la maestra Delfina Gómez en cada municipio que visita, hace poco Higinio Martinez lució un chaleco verde mientras se acercaba a Alejandra Del Moral. Dicen los de Texcoco que el senador ha brillado por su ausencia en los mítines de su compañera Delfina, como si aún no hubiese podido superar que fue la maestra la que lo rescató de un momento sombrío en su carrera política cuando ella era presidenta municipal y sus gobernados la querían.