La afición alrededor del mundo dijo ¡BASTA! La presión mediática ante las ya burdas y más que evidentes ayudas arbitrales a Argentina en todo tipo de torneos (ahora tocó los Juegos Olímpicos) son ya más que cínicas. Una burla y un robo vil a cualquier seleccionado que tenga la (muy) mala suerte de toparse con ellos; sea en Copa del mundo, en Copa América, selecciones menores y también, ya lo constatamos, Juegos Olímpicos.
Se puede dar la versión (oficial) que sea. Que si no se había dado por terminado el partido... que si en el gol del empate a dos argentino (luego de QUINCE minutos de añadidos) no se había efectuado la revisión en el VAR... lo que sea. Lo cierto es lo que vimos todos: un partido en el que se pitó el final HASTA QUE ARGENTINA LO EMPATÓ y que, de forma tanto histórica como inédita, luego de DOS HORAS, las autoridades deportivas le dieron para atrás a todo, aduciendo qué faltaban 3 minutos por jugar “por invasión de cancha” y que “la jugada no se había revisado bien”. Insisto, lo que sea, pero por primera vez la presión del aficionado a nivel mundial se hizo notar ante ese ya de plano repugnante acto de ayuda arbitral a la Argentina, contra un Marruecos que simplemente empató ese partido.
Que sirva esto de precedente: el mundo del futbol no es tonto, y de continuar el amasiato con las más altas autoridades del futbol para facilitar todo a todo lo que se vea como argentino en el futbol, sencillamente terminará por matar al deporte más popular del mundo. De entrada, en los Juegos Olímpicos donde se juegan los más altos dirigentes del balón sintieron una presión mediática internacional que rayó en la furia, de plano obligando a cambiar un marcador DOS HORAS después de finalizado un partido de futbol, cosa que ni de lejos se tenía registro desde que se inventó este deporte en Inglaterra en el Siglo XIX.