Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, informó el lunes por la mañana que las remesas, en comparación con los números registrados en 2021, aumentaron por encima de los 5 mil millones de dólares, lo que representa un incremento significativo (alrededor del 77.62% por arriba del 2018, año del inicio de la presente administración)
El incremento en la participación de las remesas es buena noticia para la economía mexicana. Puesto como dato duro, sí que hay que celebrarlo. Sin embargo, al aumento de las remesas encierra una realidad que se esconde detrás de las cifras. Por un lado, nos habla sobre la ausencia de oportunidades para que mexicanos trabajen y progresen en México, y por el otro, del fracaso del gobierno mexicano en la retención de trabajadores mexicanos para que permanezcan en nuestro país.
En adición, trasluce irreparables tragedias familiares que implican la separación de las familias, los peligrosos viajes y la zozobra de los que permanecen en México al no saber durante días el paradero de sus padres y hermanos.
El informe se dio a conocer durante una mañanera, léase, el medio favorito del presidente para rendirse auto halagos, presumir logros de la autoproclamada 4T, para lanzarse alabanzas, y en suma, para gobernar y aumentar sus niveles de popularidad.
Sheffield Padilla, ufano, no titubeó en lanzar loas al presidente AMLO, y como el aumento de remesas habían sido un éxito de la presente administración. “Vemos claramente esta tendencia a lo largo de los últimos sexenios, y por mucho la administración que encabeza AMLO, esa confianza que ha generado se ha visto reflejada claramente en el aumento sustancial y continuo de las remesas que los héroes e heroínas de Estados Unidos mandan a su esposa o a su mamá”.
En otras palabras, Sheffield Padilla, fiel al espíritu cuatroteista, y seguramente bajo instrucciones directas de AMLO, se vio obligado a presentar las cifras como si se respondiesen a un logro del macuspano y de su gobierno. Buscando aprovecharse del desconocimiento cuasi general del origen de las remesas, y sin la intención de profundizar en las causas estructurales y coyunturales que obligan a millones de mexicanos a partir hacia el extranjero, el titular de la Profeco presentó los números con la idea de hacer propaganda política. Nada sorprendente, en realidad.
En suma, no nos equivoquemos. Si bien las remesas contribuyen de manera importante en la economía nacional y en el poder adquisitivo de las familias, a la vez que ayudan a promover la demanda y el consumo, el origen mismo de las remesas apunta hacia una realidad inequívoca: el Estado mexicano, y muy en particular, el gobierno federal, ha sido incapaz de brindar las condiciones para que los trabajadores mexicanos permanezcan en México, y no se vean obligados a abandonar a sus familias y raíces. De ello no hay nada que presumir.