Corría el año 2017. Donald Trump empezaba su primer periodo presidencial en Estados Unidos. Su política antiinmigrante y antimexicana indignó a un destacado, exitoso y brillante abogado neoliberal, Jorge Carlos Cavazos Chena. Este jurista dio a conocer el siguiente video:
Transcribo las palabras del letrado: “Muy buenos días. Soy su amigo Jorge Carlos Cavazos Chena, abogado, y tengo el gusto, y honor y privilegio, de vivir en el precioso estado de Querétaro. El día de hoy, vamos a iniciar el reto ¡Viva México! Y para ser coherente con lo que pienso, he decidido no regresar a Estados Unidos durante el tiempo que esté el presidente Donald Trump. Por lo tanto, renuncio a volver a visitar suelo americano, y voy a proceder a romper mi visa que tiene vigencia hasta el 3 de mayo del 2022. Los que quieran ser coherentes con lo que piensan, los invito a que hagan lo mismo... ¡Viva México!”.
Ayer, 12 de junio de 2025, el izquierdista monero Rafael Rapé Pineda, de Milenio y El Chamuco, aceptó el reto de 2017 del neoliberal abogado Cavazos Chena:
{username} (@monerorape) June 13, 2025
El nacionalismo romántico no ayuda. Ha dicho la verdad Rapé: “Es tiempo de definiciones”. Lo malo es que no explicó cuáles son las definiciones correctas en este momento. ¿Se refería a las dos definiciones de la expresión romper la visa? Uno de los significados de tal frase tiene que ver con lo que pueden hacer agentes de migración estadounidenses cuando alguna persona pretende visitar ese país y comete cierta falta que justifique tan drástica medida. No es lo que hicieron el monero y el abogado. Rapé y Cavazos actuaron en la lógica del segundo significado de romper la visa: protestar contra la política antimexicana del gobierno de Donald Trump.
Creo que en el actual contexto de las relaciones entre México y Estados Unidos ninguna de las definiciones de romper la visa es la correcta. Es otra, me parece, la definición realmente importante: colaborar con la presidenta Claudia Sheinbaum, una estadista absolutamente decidida a llegar a acuerdos, positivos para ambas naciones, con el presidente Donald Trump.
Esa es la definición correcta en el tiempo de definiciones que vivimos. La repito: colaborar con la presidenta Claudia Sheinbaum. Es ella la responsable de minimizar los daños para los y las migrantes que hoy sufren persecuciones en Estados Unidos.
Claudia Sheinbaum es inteligente. Sabe que si se dejara llevar por el patriotismo romántico no ayudaría a los y las migrantes, sino les perjudicaría. Si la presidenta rompiera su visa seguramente le aplaudiríamos, pero complicaría la ya muy difícil vida de millones de personas de nacionalidad mexicana o de origen mexicano en Estados Unidos.
Afortunadamente, el patriotismo romántico del monero de izquierda y del abogado neoliberal no generará mayor daño: hombres respetables los dos, representan muy poco en términos de la relación de nuestro país con el poderoso vecino del norte.
Corrijo. Lo que hizo el jurista Jorge Carlos Cavazos Chena no tuvo mayores consecuencias porque, si bien es muy buen litigante, no participa en la política.
Rafael Rapé Pineda sí es una personalidad de la política mexicana. Que quede claro, no es político, pero como periodista de primer orden, además muy identificado con el proyecto de Morena, es mucho lo que representa como portavoz informal de la 4T.
La protesta de Rapé de romper la visa podría ser considerada en EEUU como una agresión promovida por el gobierno mexicano, algo similar a lo que pasa con los exabruptos del senador Gerardo Fernández Noroña.
La verdad de las cosas es que ni Rapé ni Noroña ayudan a la presidenta Claudia Sheinbaum; todo lo contrario, le complican la dificilísima tarea que ella debe realizar, por lo pronto en unos días en Canadá, donde se reunirá con el presidente Donald Trump.
Estoy seguro de que una mujer tan preparada para el análisis de situaciones complejas como la presidenta ya tiene lista una respuesta ante la posibilidad de que el estadounidense le preguntara “¿y qué opinas de que rompan sus visas intelectuales e ideólogos mexicanos de izquierda —por monero que sea, Rapé es sin duda un intelectual y hasta un ideólogo—?”.
Supongo que Claudia respondería, en serio y en broma, con algún refrán, como por ejemplo el de que “tanto va el cántaro al agua, presidente Trump, hasta que se rompe: mejor colaboremos para que todos los mexicanos que quieran, viajen a conocer las maravillas de Estados Unidos, y todos los estadounidenses que lo deseen, visiten los paraísos de México. Y no deje de intentar una profunda y bien diseñada reforma migratoria integral que minimice los problemas”.
En fin, en el tiempo de definiciones la definición relevante es la de ayudar a Claudia a hacer su trabajo, por lo menos cumpliendo con lo dictado por el fundamental mandamiento número 11: no estorbar.
Posdata: El abogado Cavazos no ha recuperado la visa que rompió en 2017, así que no podrá viajar a apoyar a la selección mexicana en la Copa de Oro. Mala suerte.