IRREVERENTE

Les platico:

El 8 de enero de 2020, el presidente López Obrador prometió un sistema de salud de primera y gratuito para los mexicanos, igual al de los países nórdicos.

“Los populistas de Noruega y Dinamarca cuentan con un sistema de salud público gratuito, desde que los ciudadanos nacen y hasta que se mueren”, publicó la Revista Forbes en su edición México, al reseñar lo ocurrido en la mañanera de ese día.

Datos

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social -Coneval- reveló en su más reciente encuesta para la medición de la pobreza, que las 35 millones de personas que recibían atención médica del Seguro Popular, fueron asignadas al Instituto de Salud para el Bienestar, que fue creado por el gobierno de la 4T desde el inicio de su mandato.

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Andrés Manuel desapareció al Seguro Popular -fundado en el año 2004- y en su lugar puso al Insabi para atender a todos los mexicanos sin IMSS ni ningún otro tipo de servicios médicos.

Pero el pasado 25 de abril de este 2023, la Cámara de Diputados aprobó la reforma propuesta por el presidente López Obrador que terminó con el Insabi.

Ese día, el líder de Morena en el órgano legislativo anunció que las 35 millones de personas que eran atendidas por dicho instituto pasarían al Seguro Social, que desde entonces se llama IMSS-Bienestar.

En números redondos, de la noche a la mañana, el IMSS-Bienestar pasó de los 22 millones de derechohabientes que tenía antes de esa fusión, a 57 millones, sin que medie ningún tipo de programa de ampliación de instalaciones o de capacidad de abastecimiento de medicamentos y enseres hospitalarios o de contratación de más personal médico, de enfermería y de otra índole.

Antes de esta medida, una consulta demoraba en ser otorgada a los pacientes hasta 3 meses.

En un muestreo realizado por éste su irreverente servidor y su equipo, descubrimos que en promedio las citas se están otorgando hasta dentro de 9 meses.

Al respecto sigue vuelto ojo de hormiga el director del IMSS-Bienestar, Zoé Robledo.

Cualquier palabra que pronuncie irá en detrimento de su pretensión de convertirse en candidato de Morena a la gubernatura de Chiapas.

Muerte en los pasillos

La foto que acompaña a este artículo fue captada por un servidor el 3 de julio del año 2019 en el Hospital Metropolitano de Monterrey, tras haber sido ingresado “de contrabando” por una residente de la Escuela de Medicina del TecSalud, quien aceptó hablar conmigo con la condición del anonimato.

Se trata de un paciente que murió en la silla de ruedas que le fue asignada en ese hospital mientras esperaba a ser atendido.

La estudiante en cuestión ya es médica titulada y ejerce su profesión fuera de México, pero sigue en contacto con la comunidad de la cual egresó.

Los reportes que recibe de ex compañeros suyos que realizan labores de apoyo en hospitales del IMSS-Bienestar y otros como el Metropolitano de Monterrey, son catastróficos.

Los pacientes se mueren en los pasillos y como el caso de la persona que aparece en la foto, son amarrados con sus propias ropas a las sillas de ruedas para que no caigan al suelo.

“A los pasantes se les mueren sus pacientes en las manos y la impotencia que sienten es tal que algunos han tenido que recurrir apoyo psicológico similar a los que reciben los médicos que ejercen en países en guerra”, me dijo.

Paciente muere en silla de ruedas/Plácido Garza

Al Hospital Metropolitano de Monterrey va la gente más pobre. La que no tiene acceso a ninguna alternativa de salud, ni siquiera al tétrico y deplorable Seguro Social.

Siendo los más necesitados de ayuda, son también quienes menos reciben de las autoridades estatales, municipales y federales.

La mayoría de los médicos del Metropolitano trabaja turnos de hasta 48 horas y hacen su labor con las uñas, porque ahí falta todo… menos burocracia para salir al quite, al menor viso de queja de pacientes, familiares y de los mismos médicos.

Para aumentar la plantilla del personal, no hay presupuesto.

Para incrementar la dotación de camas, tampoco.

Para surtir los inventarios de equipos y materiales médicos, menos.

Incluso no hay presupuesto para pagarles decorosa y oportunamente a los médicos residentes, quienes usan sus raquíticos sueldos para comprar buena parte de las medicinas y materiales quirúrgicos que utilizan en su labor.

En cambio, sí hay presupuesto, y mucho, para maquillar por fuera, la fachada de este hospital. También lo hay para pagar los sueldos y prestaciones de quienes lo dirigen.

El periódico “La Jornada” da cuenta en su edición del 12 de diciembre del 2021 de las anomalías que el personal del Hospital Metropolitano de Monterrey le atribuye a su director Sergio Antonio Galán Guajardo y exigen la intervención de la Secretaria de Salud del gobierno de NL, Alma Rosa Marroquín.

IMSS-Bienestar/Foto: Plácido Garza

Mensaje final

El presidente López Obrador concluyó la mañanera del 8 de diciembre de 2020 con el compromiso de su administración para que lleguen los medicamentos y la atención de salud a todos lados, “como llega la Coca Cola...”

Cajón de sastre

“Pues la Coca Cola sigue llegando a todos lados, pero la atención de salud para los mexicanos más pobres al nivel de los países nórdicos, no llega por ningún lado”, remata la irreverente de mi Gaby.