Hay un dicho que advierte que las cosas por su propio peso caen. Aplica muy bien en el caso de Simón Levy Dabbah, cuyos hechos públicos contradicen su narrativa de víctima de las circunstancias.
Este personaje es un empresario y exsubsecretario de planeación turística en el gobierno federal que reiteradamente ha sido el centro de múltiples controversias legales y mediáticas.
Los 15 minutos de fama
En junio de 2025, publicó en su cuenta de X una supuesta “lista de huachicol” donde señalaba a funcionarios de Morena, incluido el hijo del expresidente López Obrador como sujetos de investigación. Una información falsa que la propia Embajada de Estados Unidos desmintió públicamente.
Sin embargo, a pesar del desmentido, Levy insistió en que contaba con documentos “verificados por inteligencia artificial”. Tendría que saber que la IA no es una autoridad que filtre listas de presuntas investigaciones, además, sigue sin presentar nada, sólo él sabe que existen.
Generó polémica asegurando que el gobierno de Estados Unidos investiga a figuras clave de Morena sin aportar pruebas concretas, su acción provocó reacciones que incluso llegaron a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien mencionó su “mala reputación”.
Las controversias en torno a Simón Levy no son nuevas. Durante su paso por PROCDMX, fue acusado de beneficiar a intereses privados en el proyecto Corredor Chapultepec–Zona Rosa, lo que derivó en denuncias por presunta corrupción.
Contra adultos mayores
En 2021, fue grabado amenazando a una vecina de la tercera edad en Polanco. En el video se escucha a Levy gritar: “Te voy a matar, pinche anciana loca”, lo que originó órdenes de aprehensión por agresión y daños. Posteriormente, pidió disculpas y dijo haber sido también víctima de amenazas.
Además, diversos reportes apuntan que Levy tiene deudas impagadas hasta con prestadores de servicios, como un proveedor que lo acusó de fraude por la instalación de un montacoches que nunca liquidó.
Tan mala fama se ha ido construyendo que el expresidente Felipe Calderón lo señaló públicamente por “no pagar y dejar sin recursos a la gente sencilla”.
Otros, como la periodista Lourdes Mendoza y los abogados de Emma Santos, su exsocia en la construcción de un edificio en Polanco, han denunciado amenazas y extorsiones supuestamente hechas por Levy o por su representante legal.
A nivel empresarial, su firma Latinasia ha promovido inversiones con China, y lidera el proyecto de casas modulares ecológicas Vessel, empresa señalada por realizar actividades especulativas y de posible fraude inmobiliario.
¿Quién confía aún en Simón?
EL exfuncionario fanático de X acumula acusaciones por difundir información falsa, amenazas, conflictos legales y deudas financieras.
Su fama lo precede y ha llevado a que múltiples sectores lo consideren como una figura nada confiable en el ámbito personal, público y empresarial.
El cuatroteísta quiere cobrar notoriedad, señalando a sus excolaboradores o prestándose a las prácticas carentes de ética, denunciando, difamando, agrediendo o engañando a quién se deje.
Cuando la realidad te avasalla, pero te niegas a aceptarlo
Todo indica que entre sus facetas está el chantaje y la difamación. Sin embargo, sus hechos lo persiguen y ha debido enfrentar acciones penales, desalojos y consecuencias por prácticas engañosas en su faceta de empresario.
En este sentido, se ha mencionado que son “negocios de papel”, engaña bobos, pues, con los que lucra y tima a quien se deje.
Amor a México
A la par de ser un mexicano cercano al poder. Levy ostenta la ciudanía gringa y en su actuar cotidiano se caracteriza por actuar con racismo y comprobada prepotencia, algo contradictorio que bien podría ser evaluado por algún especialista en salud que descarte algún desequilibrio clínico.
Emma Santos, quien ha mantenido un litigio de años en su contra, ha vivido en carne propia las agresiones, insultos, gritos y el amedrentamiento, que afortunadamente para ella quedó grabado en video. ¿El motivo? Levy quiso transarse a la señora, perdió el juicio -en todos los sentidos- y la sentencia emitida fue el pago de un millón 453 mil 197.5 dólares.
Por cobardía o desequilibrio, aunque las evidencias de su agresión fueron públicas, decidió presentar una demanda en contra de la señora de 65 años por “tormento y tortura psicológica” y ni así pudo detener el desalojo del que fue objeto.
En su faceta de funcionario público cuatrotero habría provocado que el gobierno pagara hasta 921 mdp por indemnizaciones, por haber favorecido a ciertas empresas mediante un fideicomiso con Invex y Deutsche Bank. Logró evadir la justicia por su relación con AMLO.
Como subsecretario de turismo, incurrió en excesos que lo llevaron a dejar el cargo en una acción negociada para evitar ser procesado.
Sólo él sabe qué busca o tiene un grave problema de mitomanía. A pesar de que su supuesta lista de funcionarios en la mira de Estados Unidos fue terminantemente desmentida, en su cuenta de X afirmó: “a raíz de estas publicaciones y advertencias, comencé nuevamente a recibir amenazas”, y anunció que dejará de compartir ese tipo de información.
Como figurará pública y de medios, está en todo
Lo cierto es que su historia no es la de un emprendedor exitoso, funcionario cabal o humanista y mucho menos impecable, ha llegado al extremo de meter a su hijo en temas que no se debería involucrar a la familia.
Es la de alguien que se quedó atrapado en sus propias contradicciones, rodeado de demandas, negocios fallidos y acusaciones que amenazan su patrimonio e imagen.
X: @diaz_manuel