Sonora Power
Sonora como estoy seguro de que todos ustedes saben es uno de los estados más remotos del país, enclavado en el noroeste, hace frontera con Arizona y Nuevo México en los Estados Unidos.
Por su clima árido y su geografía agreste, mi estado es uno de los menos conocidos de México, más cerca de la cultura y las costumbres estadounidenses por su intensa relación justamente con el suroeste de ese país, y enclavado en eso que se llama el “salvaje y viejo oeste”, paraje que para nosotros no es nada lejano, de hecho, nos resulta cotidiano.
Mi tierra es la tierra de los sahuaros y el desierto, del Bacanora y la carne asada, aquí fácilmente hacen 50 grados centígrados en el verano y menos de cero en el invierno.
Somos extremosos, una sociedad acostumbrada a vivir en la lejanía y a luchar contra los elementos, centrado todo y contra todos, las mujeres y hombres del desierto hemos aprendido a salir adelante.
Pero Sonora es contra todo pronóstico toda una potencia cultural, comenzando precisamente por nuestra lejanía, es asiento de naciones originarias muy notorias por su carácter rebelde e indómito, quizá la más conocida sea la Nación Yaqui, la cual ha sido reprimida y posteriormente marginada desde el porfiriato y durante los gobiernos posteriores a la Revolución Mexicana.
En Sonora nos convencieron de que a los Yaquis, a los dueños originales de estas tierras, no les gustaba trabajar, que eran borrachos y drogadictos, que era una nación vencida y por lo tanto decadente y enferma.
Pero que equivocados estaban, los Yoreme, como ellos se hacen llamar son un ejemplo constante de dignidad y resistencia silenciosa, que hoy resurgen, gracias a los planes de justicia que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
No son los únicos, los Seris o Coomcaac, que son los habitantes quizá del más profundo desierto que se pueda conocer, también han permanecido estoicos a pesar de la marginación y las carencias; los Mayos en el sur, relegados a la pobreza o los Tohono O´dham en el noroeste, de igual manera son parte de esa resistencia.
Sonora es sede de 10 pueblos originarios reconocidos, Yaquis, Mayos, Coomcaac y Tohono son solo 4 de ellos, hay que sumar a Guarijios, Kikapú, Cucapa, los Triquis, los Pima y los Opatas; pero hay más pueblos indígenas reclamando esa relación con esta tierra como son los Lipan-Apache.
De hecho, el histórico cacique apache Gerónimo nació en Sonora, en la zona de trincheras y desde aquí, incursionando en los Estados Unidos les hizo la guerra a los blancos que invadieron sus tierras, hasta que murió de una neumonía en 1909.
El Sonora profundo es la muestra pues de la enorme diversidad de lo que podemos ser como nación, un enorme mosaico cultural en donde cada estado presenta características únicas, en Sonora estamos orgullosos de esa renovada identidad y de nuestra potencia como estado.
Por eso es que en esta etapa de la vida nacional mi estado busca presentarse orgulloso en todos los foros posibles, retomando esa identidad tan relacionada a las naciones originarias y a la historia nacional, aunque se nos haya negado la relevancia de nuestras aportaciones en momentos muy diversos de la vida de este país.
Somos la última frontera, la tierra olvidada, tan cerca de los Estados Unidos y tan lejos del centro del país, pero somos ese estado que no dudo en defender al país de invasiones del expansionismo Yanqui con actos heroicos de hermanos indígenas en la hoy heroica Caborca en 1857, o bien con el rechazo de las invasiones francesas, que en 1854 pretendían conquistar nuestro territorio y separarlo de México, ocupando el también heroico Puerto de Guaymas, para fundar un país independiente.
Somos eso y mucho más, el origen de la revolución que llegó del norte, esa facción que para bien o para mal triunfó en la Revolución Mexicana y que llevó a Álvaro Obregón, Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles y Abelardo Rodríguez a dar forma al México que nació de esa tercera transformación.
Somos ese pedazo de tierra que hace producir alimentos al desierto, y somos ricos en minerales, tenemos una ubicación estratégica y queremos ahora ser protagonistas del nuevo desarrollo nacional, del resurgimiento de México.
Por eso, es fundamental presentar a nuestro estado en todos los foros.
En esta ocasión con motivo del 51 Festival Internacional Cervantino, mi estado es el invitado de honor, junto a los Estados Unidos.
Se trata de un esfuerzo reiterado de relanzar a Sonora y dar a conocer nuestra historia y nuestra riqueza cultural, nuestros grandes atractivos naturales y nuestros destinos turísticos, nuestra capacidad de trabajo y nuestras ventajas competitivas.
En lo personal me auto percibo como embajador de mi tierra y promotor de su belleza, y como seguramente hacemos todos los sonorenses, hablo con orgullo de mi tierra de origen, con la expectativa de que más mexicanos puedan apreciar un poco de lo que somos y lo que podemos ser.
Nuestro estado tiene un futuro brillante por delante, así que no dejen de venir y visitarnos.
Correspondencia a: demiandu1@me.com | X: @Demiandu