Jesús junto con Jenaro Villamil, el encargado de redes sociales, establecieron una estrategia de comunicación social que dañó a la democracia y a la sociedad mexicana, basada en generar conflictos y polarización a través de la confrontación entre grupos políticos, académicos, económicos y sociales. 

A estos personajes se suman otros dos impresentables cuyo daño a México y al actual gobierno de la república ha sido mayúsculo, Epigmenio Ibarra y su esposa Verónica Velazco, guionista de las mañaneras de AMLO y en términos prácticos, jefa de Ramírez Cuevas.

Anular y negar la realidad

Lo que buscaban con su miope visión era desaparecer, minimizar y desacreditar a los medios de comunicación nacionales o extranjeros y sustituirlos con portales y blogs afines para sostener la narrativa del presidente.

Este grupo de ideólogos fueron los encargados de desvirtuar la realidad, para ello en las mañaneras utilizaban a “periodistas” de medios digitales y algunos blogueros que tenían acceso asegurado al Salón Tesorería de Palacio Nacional y la encomienda de aplaudir y repetir las ocurrencias, filias y fobias del compañero presidente.

El periodista de izquierda Jorge Zepeda que es afín a la 4T comentó en una de sus columnas: “A diferencia de las conferencias de prensa de los mandatarios de otros países, en las que los grandes periódicos y agencias de noticias son los protagonistas clave, en las de AMLO han proliferado activistas y youtubers hasta antes desconocidos, casi todos afectos a la 4T y algunos incluso con actitudes que rayan en la abyección”.

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Jesús, un daño mayor

Ramírez Cuevas siempre ha mostrado un resentimiento enfermizo en contra de intelectuales y grupos como Nexos, Héctor Aguilar Camín, Grupo Clio, Vuelta y Letras Libres. Aunque fue muy cercano al grupo de intelectuales que comandaba Carlos Monsiváis, con Elena Poniatowska o la suegra de José Córdoba Montoya, Jesús no era parte, su relación se limitaba a asistir a Monsi en el cuidado de sus gatos, de ahí el apodo que le endilgó el tío Richi “el baña gatos” y de hecho, se sabe que en las tertulias organizadas no pasaba la prueba e incluso lo despreciaban.

Pero su mala entraña es impresionante y hasta hoy se sigue encargando de hacer el trabajo sucio que le encarga su jefe, AMLO. 

En plena transición del poder, Jesús y Jenaro presionaron a Claudia Sheinbaum para que no objetara el nombramiento de Ramírez Cuevas como secretario general de Morena, o en su defecto, le otorgara un cargo de alto nivel y así dejar el camino libre a Andrés, uno de los hijos de AMLO, como mandamás del partido.

Al final fue nombrado coordinador de asesores, quizá porque, como reza el dicho, “ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más”. Ramírez no ha dejado de manipular las mañaneras con su grupo de pseudo periodistas que cuestionan, desinforman y desvirtúan la realidad. 

A espaldas de Sheinbaum Jesús apoyó la candidatura de Brugada en CDMX, en lugar de García Harfuch; apoya a Lenia Batres, a Yasmín Esquivel y a Loretta Ortiz sin importar la postura de Palacio Nacional. Lo peor, fue él quien para dar un golpe a la presidenta difundió información sobre la terrible corrupción en Birmex cuyo titular es gente de Sheinbaum, un desfalco mayor que la Estafa Maestra y muy similar al que dejó en Segalmex Ignacio Ovalle, otro traidor y corrupto.

Pero a Ramírez Cuevas, como se dice en el argot político, ya se le están saliendo los muertos del closet. 

La exdirectora de la desaparecida Notimex Sanjuana Martinez difundió audios de corrupción: “Este es el portavoz de Presidencia, Jesús Ramírez, quien paga en cash dinero público a una bola de ‘periodistas’ pro 4T. Se dedica a promover campañas de desprestigio con dinero del gobierno”. 

Joaquín López-Dóriga lo acusó públicamente de ordenar un acoso en contra de su familia y en su mensaje lo calificó de “cobarde, miserable y canalla”. 

En enero del año pasado Ricardo Salinas Pliego también lo acusó de manejar una campaña negra en contra de él y de sus empresas.

¿Quién es quién en las mentiras? 

Sobre la sección de la mañanera creada por Ramírez Cuevas y que presentaba, con muchos y destacables errores Elizabeth García Vilchis, recientemente el vigésimo Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito determinó por unanimidad que operó “como un instrumento de estigmatización, utilizando recursos públicos para desacreditar y señalar de manera unilateral a periodistas críticos como ’mentirosos‘, atribuyéndose de facto la facultad de definir la ‘verdad’ y la ‘mentira’ desde el poder político, lo cual contraviene las libertades de pensamiento, de expresión y de prensa”. 

Esto es lo que representa Jesús Ramírez, un protector de la corrupción, las amenazas, los negocios y los intereses de AMLO y sus hijos y no para, sigue haciendo de las suyas como asesor de la presidencia.

X: @diaz_manuel