El discurso de AMLO para llegar a la presidencia fue muy claro, asegurar que el PAN, PRI y PRD (estos dos últimos, partidos en los que militó y a los que traicionó) fueron corruptos, nepotistas y vinculados con el crimen organizado. Dijo que cuando gobernaron tuvieron un mediocre crecimiento de 2.5%, que existía desigualdad, que eran antidemocráticos, vaya el “PRIAN” era todo el mal que sucede en el país.

Luego de su segunda derrota electoral, en 2012 decidió crear su propio partido, Morena, lo necesitaba para dejar de rendir cuentas y juntarse con quien quisiera, con sus viejos y nuevos aliados, todos sin excepción, con algo en común: la traición y la insensibilidad hacia los problemas nacionales, un carácter antidemocrático y un perfil corrupto, nepotista y cómplice. Así nació Morena y así gobierna.

Aliados impresentables

En primer lugar, Morena se nutrió de dos partidos que surgieron a instancias del expresidente Carlos Salinas, el PVEM, dominado en los hechos por el sobrino de Manuel Camacho, Manuel Velasco y el PT, impulsado por Raúl Salinas, cuyo dirigente vitalicio es Alberto Anaya, amigo de la infancia de los hermanos Salinas. Estos dos partidos, por su parte, desde su fundación incorporaron a sus filas todo tipo de cascajo y traidores que hoy, por su alianza con Morena, son quienes toman las decisiones en este país.

Entre los recientes fichajes del partido oficialista están priistas y panistas corruptos y vividores, como Eruviel Ávila, que consiguió una diputación federal por Morena después de entregar el Estado de México a Delfina Gómez; Alejandro Murat que junto a su padre José Murat, el impresentable asesor de otro traidor, Alito Moreno, vendió las elecciones en su estado; Luis Miranda Barrera, Eugenio Hernández Flores, quien recién salido de la cárcel por sus vínculos con el crimen organizado, Morena lo hizo senador; René Vivanco; Manuel Espino, un conservador expresidente nacional del PAN que pasó a matraquero del PRI y de Peña Nieto y luego a aplaudidor de AMLO, hoy es diputado federal, pese a haber robado hasta los lápices del municipio de Naucalpan y de entregar esa demarcación a la delincuencia; Jorge Carlos Ramírez Marín exsecretario de Estado con Peña que por su ambición de ser gobernador de Yucatán se incorporó al PVEM y ahora como senador vota iniciativas tal cual lo instruye la dirigencia.

Los malos y los peores

En esta larguísima lista, no olvidar a una familia de traidores, el innombrable expanista y expriista, hoy senador alineado al oficialismo Miguel Ángel Yunes Márquez y su padre Miguel Ángel Yunes Linares. Una familia que se adueñó de Veracruz y viven en la riqueza sin haberse dedicado a otra cosa aparte de la política, sobre ellos pesan denuncias de corrupción, falsificación, fraude procesal, falsedad ante la autoridad, pero todo quedó atrás cuando con su voto dieron la estocada final para destruir al poder judicial.

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Además de otros personajes que se han sumado a la 4T y poco o nada aportan, aparte de su voto, como Sergio Meyer, José Chedraui, Jorge Estefan Chidiac o Clara Luz Flores.

Burócratas y burocracia “dorada”

También están los que ocupan cargos en la administración pública como Alejandra del Moral, excandidata del PRI al Estado de México, acusada de simular la compra-venta de casas siendo alcaldesa de Cuautitlán Izcalli, que fue nombrada por el canciller Juan Ramón de la Fuente como directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid).

El expanista Jorge Luis Lavalle Maury, quien estuvo en la cárcel y aún enfrenta un proceso penal por los sobornos de Odebrecht, pero desde diciembre es el titular de la Secretaría de Economía del estado de Campeche, nombrado por la gobernadora Layda Sansores, quien también ha cambiado de partido siempre para mantener sus privilegios e intereses.

Hay otros que alcanzaron un cargo en la llamada burocracia dorada, en el servicio exterior: exgobernadores del PRIAN que recibieron una embajada o un consulado. Por ejemplo, el priista Quirino Ordaz, se fue a España, luego de concluir su gubernatura en Sinaloa y de que el PRI lo expulsara de sus filas, al igual que la ex gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, que fue nombrada cónsul en Barcelona; Miguel Aysa, embajador en República Dominicana tras dejar el gobierno de Campeche; Carlos Joaquín González, exgobernador por el PRD, enviado a Canadá y Omar Fayad, embajador en Noruega.

Y otros oportunistas que muy pronto se plantaron la camiseta de Morena como Manuel Bartlett, Ricardo Monreal, Alfonso Durazo, Américo Villarreal e Ignacio Ovalle, el orquestador del mayor fraude de la historia de México con Segalmex y así, la lista es interminable.

¿Qué han hecho estos personajes en sus actuales cargos? Anteponer sus intereses de grupo al interés nacional, favorecer la corrupción, la división, la polarización, el nepotismo y conformar una especie de mafia integrada por clanes familiares, amigos y compadres que se dividen y en ocasiones se disputan el poder y sus canonjías.

X: @diaz_manuel