“¡Cada historia necesita un héroe! Digo, ¡quien más está calificado para regodearse en la adulación de sus numerosos compañeros!”
RANGO, película
En pocos años, Claudia Sheinbaum se dará cuenta que la reforma judicial que impulsó y la elección de jueces, magistrados y ministros que le acompaña dejarán muchos damnificados, empezando por ella misma. No habrá un sistema autónomo, independiente y objetivo que pueda impartir justicia; tampoco para hacerle de contrapeso a sus enemigos políticos.
La injustamente afectada no resultará solo ella, habrá muchos más, también de la 4t. Y será en ese momento que caerán en la cuenta que la venganza de López Obrador no solo destrozó el Estado de derecho en nuestro país, sino que también buscaba seguir mandando, obligando y rigiendo, solo que a Morena el expresidente le sumó este otro poder.
La mañana del domingo prácticamente comenzó con la fotografía del tabasqueño votando la farsa. Para mayor inri, fue el primero en utilizar el acordeón, pues ni siquiera él —artífice de este adefesio— pudo memorizar los números de las casillas a seleccionar en las boletas. Enterró aquello de “el voto es libre y secreto”. No que le importara, obvio.
Traicionó también una de las máximas de la política mexicana: el expresidente no opina, ni se presenta en ningún evento de gobierno, electoral o político en el sexenio inmediato posterior al suyo. Pero eso tampoco le importa.
López Obrador salió a robar reflectores, a ser el más fotografiado, a mostrarle a Claudia que él sigue siendo el más querido. Hizo lo necesario para ser el centro de atención. De seguro Sheinbaum se dio cuenta, de seguro le molestó, de seguro no puede hacer nada al respecto por más que quiera.
Andrés Manuel salió también de su escondite para que “su” gente, al verle votar, siguiera su ejemplo y fueran a sufragar. Eso no sirvió de mucho, el abstención fue descomunal.
¿A quiénes se les vio en las casillas? Primero que nadie, al abstencionismo. Nuestro dinero gastado en este desaguisado se fue derechito y sin escalas al caño. En segundo término a los viejitos. Sí, los mismos que tienen que esperar y desesperar afuera de alguna sucursal del Banco del Bienestar para cobrar su pensión cada mes. ¿Qué les prometieron ahora? Corrijo, ¿los amenazaron, chantajearon, mintieron diciéndoles que les quitarían su pensión? Apuesto que sí.
La venganza de López Obrador contra el último bastión que trató de frenar sus caprichos se consumó. En realidad ya se había consumado cuando pasó la reforma judicial en el Legislativo; lo de ayer fue solo un montaje grotesco: casillas vacías, votantes que no sabían qué votaban y absoluto cinismo con los acordeones que violan la ley.
Un proceso desaseado, con votantes que no sabían qué hacían, por quién votaban, ni las consecuencias de hacerlo. Una simulación extremadamente cara para convertir al Poder Judicial en una agencia de colocación de algunos integrantes del régimen y en específico de Morena. Porque es eso; ni siquiera emplearán a los que saben, a quienes llevan años trabajando, aprendiendo, entregándose. Vendrán los recomendados, los gritones de campaña. En una casilla en Sinaloa, correspondiente al Distrito Judicial 2, la población denunció que el paquete de boletas que recibieron ya venían marcadas. Todo esto es una farsa muy cara que destruye a México.
Se observó también que los lugares donde mayor número de personas asistían a votar, es donde más apoyos gubernamentales se entregan. Así, la política clientelar —que no social— sacó a los beneficiarios a votar.
Hoy escucharemos que la elección fue un éxito. Que la votación alcanzó los dos dígitos (estadistas serios consideran que el porcentaje de votación de la participación nacional estimada real oscilará entre un 3.4% y un 6.4% máximo del padrón electoral); no habrá ni PREP ni conteo rápido. Es más, los funcionarios de casilla no contarán los votos. Tampoco se anularán las boletas no utilizadas, los votos los contará el INE.
Y todo para que AMLO asegurara una situación propicia para placearse, regodearse y pavonearse.
Giro de la Perinola
¿Quién fue más retratado, comentado, RT en Twitter? Aun por los propios de la 4t. ¿Claudia o López Obrador? Ahí les va el recuento.
* Gerardo Fernández Noroña en Twitter: un RT al post de Claudia, vs. 6 RT a post de López Obrador, para él todos.
* Abraham Mendieta: 1RT y dos menciones AMLO; 0 Claudia Sheinbaum.
* Adán Augusto: no tuitea nada desde mayo.
* Ricardo Monreal, Clara Brugada y Marcelo Ebrard: solo se auto mencionaron.
* Arturo Zaldívar: solo él.
* Beatriz Gutiérrez Müller: solo a López Obrador.
* Epigmenio Ibarra: ¡48 RT y mención a López Obrador! 2 a Claudia. Por cierto, sus RT en la mayoría son el post de él, con el comentario de alguien más.
En tendencias de Twitter:
* Narco Expresidente AMLO.
* Chingue su Madre Noroña.