Hace algunos meses dialogué con ella y todavía no estaba definida en buscar la candidatura aunque siempre su postura era en razón de analizarlo.

Finalmente, Beatriz Paredes ha levantado la mano con fuerza, y si se dice que es tiempo para una mujer, ahí está Beatriz, quien sin duda alguna jalará simpatías de los partidos de la Alianza, también habrá que decirlo, no solamente de los cuadros históricamente fuertes que la ven como una figura que sabe luchar, que sabe hacer política, y que ha mostrado su capacidad, sino también de muchas personas de diversas nuevas corrientes priistas y gente de otros partidos, ciudadanos sin militancia pero interesados en la política y preocupados por Mexico.

La Alianza se enriquece, se fortalece, avanza, y su potencial luce muy diferente al de hace tres años cuando, -puede afirmarse-, careció de una integración y una planeación estratégica; se evidenció la falta de narrativa, de un discurso equilibrado, coherente, definido y que generara una sensación de unidad; por ello, aunque logró romper la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados al partido del gobierno y sus aliados, no consiguió avanzar lo deseado.

Ahora, la situación se aprecia muy diferente después de que la Alianza puso de manifiesto su valía al frenar la contrarreforma al esquema legal de la producción y distribución de la energía eléctrica y evitarle al país un daño irreversible, pero sobre todo, tras concientizarse de que la Cuarta Transformación y el partido del presidente, Morena, no son invencibles y la unidad les puede llevar a recuperar el gobierno.

En los partidos PRI, PAN, y PRD, hasta los más escépticos ya ven que se abre una posibilidad cierta de alcanzar el objetivo y de ahí que día con día se esté avanzando en el fortalecimiento de la alianza.

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Ante ese panorama, cada vez son más quienes levantan la mano para buscar la candidatura presidencial para hacer frente a Morena y sus aliados. Y también son mejores perfiles los que se están apuntando para encabezar la lista de presidenciables.

Militantes de diversos partidos que conforman la alianza tienen ya la mano en alto. En Acción Nacional, es el caso de una figura recia, importante, sólida, de un veterano, experimentado, sagaz, inteligente y colmilludo como Santiago Creel Miranda, que con el corazón por delante se destapó en Guadalajara en un evento masivo de bastante calidad organizado por la Agrupación Política Nacional ‘Confío en México’ -que me honro en encabezar-; y lo dijo de frente sin titubear: -”quiero ser”-, pero también dijo –”si alguien tiene mejor o mayor capital me sumaré porque lo que importa es México”-.

Enfatizó que el partido ya no es PAN, PRI, o PRD sino que todos juntos, sociedad civil, organizaciones políticas, representaciones ciudadanas, gremios, sindicatos, la gente, el pueblo, con un partido que se llama México. Y eso obviamente habla muy bien de él.

Y también en Acción Nacional, de alguna u otra forma algunos tímidamente otros un poco más abiertos y unos más de forma contundente han expresado su interés, en este último grupo se ubica el propio Ricardo Anaya, quien para muchos no es ya una carta fuerte por los escándalos que ha protagonizado y porque se encuentra fuera del país imposibilitado de pisar suelo mexicano y difícilmente podría hacer campaña.

Pero también hay figuras como la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, que tímidamente lo desliza; el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, con buena calificación, buena presencia, buen discurso, pero apartado del centro, del norte y del occidente del país y que además ha sido reservado en mostrarse y en permitir que lo observen y lo valoren; y qué decir de un Juan Carlos Romero Hicks, exgobernador de Guanajuato con una gran formación y buena trayectoria, tan solo por citar algunos.

En el PRI, quien también se presenta tímidamente pero cada día con mayor ánimo y disposición para hacerlo mas frontal y con un discurso más sólido que tiene que ir madurando, es el intelectual, académico y preparado Enrique de la Madrid Cordero; sin dejar de decir que hay otros que no son del ánimo positivo de muchos priistas como sería el mismísimo presidente del Comité Ejecutivo Nacional.

Alejandro Moreno ‘Alito’, a quien se le acusó al principio de su gestión de ser timorato y de votar a favor de Morena algunas decisiones en la Cámara de Diputados siendo legislador, aunque su postura en la votación precisamente en la Reforma Energética que buscaba eliminar el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo hizo mostrarse a la altura, está recibiendo ataques por ello reportando ya demasiado desgaste, también muchos segmentos de base históricos de tradición achacan un dejo de antidemocratismo.

Está igualmente la figura de Alejandro Murat, de quien ha trascendido su interés por buscar “la grande” pero hay quienes lo acusan de haberse vendido para favorecer la llegada de Morena en su natal Oaxaca que era un bastión priísta y que no tenía porqué haberlo perdido.

Recientemente se ha conocido de una gran sorpresa positiva; Beatriz Paredes ha levantado la mano; una gran figura, un personaje señero, histórico, una mujer formada y no necesariamente en universidades rimbombantes del exterior, culta, con capacidades demostradas para el activismo, la política pública, el ejercicio del Gobierno, el parlamentarismo, así como la diplomacia, que ha sido Presidenta del PRI; Gobernadora de Tlaxcala; Dirigente de la CNC; Embajadora en Brasil y Cuba; diputada local y presidenta de la Gran Comisión del Congreso del Estado de Tlaxcala.

En el Poder Legislativo Federal de México, fue diputada federal en las legislaturas LI, LIII y LVIII y senadora en la LVII Legislatura. Ha presidido también el Congreso de la Unión, la Cámara de Diputados y el Senado de la República de México. Fue subsecretaria en la Secretaría de Gobernación en tres ocasiones. También fue subsecretaria en la Secretaría de la Reforma Agraria, entre muchas otras responsabilidades por las que ha recibido distinciones nacionales e internacionales.

Para muchos priistas ella sería la candidata ideal, no obstante que algunos le critican el no haber logrado la votación necesaria en alguna ocasión para obtener el cargo de Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, goza de gran prestigio en el priismo además de tener una amistad sólida con gran cantidad de líderes panistas y perredistas y que también haría regresar al redil priista a muchos que se han ido a otros partidos por desilusión del manejo actual de la dirigencia del tricolor.

Conozco a Beatriz desde hace muchos años, ha sido mi amiga y jefa, la admiro y la respeto como política, como mujer, como servidora pública, como una persona convencida de su actitud progresista en un partido que en ocasiones ha dejado de serlo, pero que ella y muchos más lo mantienen dentro de una línea de democracia y de seguimiento y acompañamiento a causas sociales.

Ahí está pues ya Beatriz Paredes y es una muy buena noticia, seguramente habrá de recorrer el país para empezar a ganar adeptos; tratará así de fortalecer la alianza, y seguro estoy que al igual que los demás trabajará en un solo sentido, es decir, consolidar la alianza para que al final el o la que tenga mayor aceptación no solo al seno de los partidos sino también considerando que habremos muchísimos más mexicanos que queremos un cambio nos represente a quienes somos oposición por no estar de acuerdo en lo que hace el presidente de la República con su gobierno en contra de México, que no militamos en partidos activamente o que nunca lo han hecho

Y que estamos trabajando desde la pluralidad, desde la sociedad civil, desde los liderazgos gremiales, territoriales, empresariales, académicos, culturales, desde los barrios, desde los enclaves más amplios en busca de quien lidere y quien sepa repartir responsabilidades y comprometerse para que al final de cuentas como decía el gran maestro Don Juan Gil Preciado “bolita para todos, para que todos tengamos forma de jugar y de participar por México”.

Enhorabuena para la alianza si se consolida la presencia en el muestreo interno de aspirantes como Beatriz, como Enrique de la Madrid, como Maru Campos, como Mauricio Vila, como Romero Hicks y otros, como pudiera ser el propio Claudio X. González o si se animara a participar Lorenzo Córdova por mencionar algunos más, pero de entre ellos, creo que Beatriz tiene muchas posibilidades para mostrar que sí puede ser una mujer quien dé la batalla y pueda unir fuerzas para enfrentar y ganarle a Morena en la próxima elección presidencial.

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