”«Está listo», sentenciaron las comadres y el varón, ya difunto en el presagio, en el último momento de su pobre vida rea, dejó al mundo el testamento de estas amargas palabras, piantadas de su rencor...”
ANTONIO PODESTA
Si se aprueba la nueva reforma a la Constitución, donde se hacen inimpugnables las reformas a la misma ya sea en razón de una controversia constitucional, por la acción de inconstitucionalidad o vía juicio de amparo, estaremos confirmando que entramos a la clasificación de países que establecen una dictadura express. No hay más. En pocas palabras, si se aprueba esta iniciativa —que ya pasó, es menester decir, por las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado (24 votos a favor y 10 en contra)— en México ya no se podrá impugnar, preguntar, demostrar desacuerdo, señalar errores en lo realizado por los poderes Legislativo y Ejecutivo de Morena (así sean violatorios del proceso legislativo o haya pifias en lo redactado). En función de la iniciativa como está planteada hasta ahora (y repito, ya aprobada en comisiones) ni siquiera deja impugnar una reforma a la Carta Magna aunque la misma viole los derechos humanos fundamentales de los mexicanos.
Como la “gran concesión”, la mayoría de Morena retiró del dictamen las modificaciones a los artículos 1º y 105 de la Constitución, pero eso no implica que el resto de la iniciativa no amenace la independencia judicial y la capacidad de los tribunales para proteger los derechos humanos y hacer cumplir los compromisos de México con el mundo.
Estamos en el umbral de una nueva Ley de Herodes (región segundo piso de la 4t), donde esta iniciativa permite la SUPREMACIA “CONSTITUCIONAL” más la RETROACTIVIDAD. Los oficialistas argumentan que esta figura solo se permitirá para “beneficiar a las personas”, pero se sabe que este régimen no tiene reparos en pisar y destrozar el ya muy vulnerado Estado de derecho. Por lo mismo, no hay que creerles nada.
Ahora bien, esa ‘supremacía constitucional’ busca que lo dicho por el Poder Legislativo no pueda ser ni siquiera discutido. Por lo mismo, en lugar de ‘supremacía constitucional’ habría que llamar las cosas por su nombre: esto será una ‘supremacía legislativa’… Lo que pasaría de largo que uno de los principios de nuestra Carta Magna es que impone a TODA autoridad el deber de ajustarse, en los actos desplegados en el ejercicio de sus atribuciones, a los preceptos fundamentales del contrato y de la convivencia en una sociedad justa y libre. Que el Legislativo lleve a la Constitución la propuesta de quitarle al Poder Judicial la posibilidad y los instrumentos de frenar dislates legislativos muestra que la división de poderes desaparece y que el Poder Legislativo, con el aval del Poder Ejecutivo, se erige en una dictadura.
Y digo con el visto bueno de Claudia Sheinbaum porque de otra manera no se entendería que Adán Augusto López Hernández haya iniciado esta traición a la patria… A menos que la traición también sea a ella, pues esto que pretenden consumar en el Senado —como ya dije— equivale a poner al Poder Legislativo por encima de todo, incluyendo a la Presidencia de la República.
Así que asumamos que, antes de lanzarse y mostrar sus cartas, todo esto él ya lo había consultado con la presidenta Sheinbaum. En todo caso, sea esta la propuesta de López Hernández-Gerardo Fernández Noroña y/o resultado de la venganza y enojo de Arturo Zaldívar, asesor de la presidenta, la que aparece como próxima DICTADORA DE MÉXICO es ELLA. Mucho ojo con esto. ¿Así quiere pasar a la historia?
¿Por qué nadie se atreve a decirle que ya estamos de lleno en una crisis constitucional? Y si no se molesta ni inmuta por las huelgas del Poder Judicial, debería pensar en los impactos negativos que tiene y tendrá en próximas inversiones del extranjero, esto es, en millones y millones de mexicanos que terminarán hambrientos.
Pero dado que en teoría el Legislativo es un poder autónomo, ¿por qué no pone a algunos asesores (que sí sepan) a enmendarle la plana a los dirigentes de las Cámaras y comisiones ? O todavía mejor, ¿por qué no modifican o de plano rechazan las iniciativas que les manden si saben solo representan descalabros para México?
Una muestra más de que el morenismo es sinónimo de irse por la libre; de hacerse de poder y de apuñalarse entre ellos y por la espalda a la primera oportunidad.
Adicionalmente, esta nueva iniciativa muestra que la Cuarta Transformación descalifica al Poder Judicial con base en mentiras o a través de engaños que Claudia Sheinbaum genera o, bien, que le transfieren. Siendo que la primer mandataria tiene a su lado a un ex presidente de la Suprema Corte, aquí lo que sin duda hay es un odio profundo y zafio por destrozar al Poder Judicial. ¿Para construir, luego, más adelante uno basado en la mediocridad y en el fanatismo político? A estas alturas ya no lo sé. Por momentos, he de confesarles estimados lectores, pienso que este nocivo régimen prescindirá del Judicial en su totalidad, así como de la Constitución para impartir “justicia” y “normar” a México; en otras palabras, hacer su voluntad.
Y es que la dictadura express que el claudismo ha inaugurado hace ver que un grupo de personas se creen infalibles al exigir que nadie puede frenar o modificar sus propuestas. Que son sumamente soberbios al no dar espacio para el mínimo disenso, actuando como si fueran los únicos que pueden decidir sobre lo que está permitido o prohibido.
Digamos las cosas como son: el régimen busca prescindir de la Constitución; tenerla o no va dando lo mismo. Triste y muy lamentable papel el de Claudia Sheinbaum erigirse como la cabeza de una dictadura en nombre del pueblo…
Giro de la Perinola
La “oposición” celebró la intención (porque es eso, una intención que no se ha concretado) de la 4t de retirar los cambios propuestos al artículo 1º de nuestra Constitución. Se atrevieron a decir que “es un paso en la dirección correcta”. Absolutamente reprobable su posición. ¿Dónde ha quedado su responsabilidad, su valor cívico, su lealtad a a la patria? Encima, ¡se han quedado callados ante el hecho de que el juicio de amparo no procederá contra adiciones o reformas a la Constitución Política! Una burla de representantes populares es lo que son.