“Se puede dividir el infinito un número infinito de veces, y las partes resultantes seguirán siendo infinitamente grandes.”
PATRICK ROTHFUSS
“Los derechos humanos están en riesgo permanente cuando el poder no puede ser contenido, frenado y controlado.”
NORMA LUCÍA PIÑA
Divide y vencerás. Desplegando esta estrategia, Regeneración Nacional destrozó al Poder Judicial. Dividieron, ni duda cabe, a la alicaída oposición; se llevaron a diputados y senadores y así lograron una mayoría calificada que no obtuvieron en las urnas. Para ello —reformar a la rama judicial— otorgaron impunidad. A unos los compró, a otros los convenció, aprovechando resentimientos y complejos; hubo de todo, incluso la esposa de su contratista favorito, un ministro que prefirió que la división de poderes se rompiera antes de afrontar inconfesables acusaciones y hasta una plagiaria de tesis que ni abogada es.
Divide y vencerás. Que se cuide Claudia Sheinbaum, pues tarde que temprano le aplicarán la misma receta. Hay miembros de la 4t que ya se preparan y a ella se le ve débil.
Por lo pronto, para terminar de sepultar a la SCJN, qué mejor que hacerle el feo a la presidenta Norma Piña en su último informe de actividades. Zafias y burdas demostraciones; las tres ministras leales a López Obrador ni un aplauso cortés le concedieron a Piña. Hace dos años Norma Piña no se levantó para saludar a López Obrador, Batres, Ortiz y Esquivel le devolvieron la afrenta…
Lo cortés no quita lo valiente, suele decirse. Pero ellas tres ni valientes ni educadas; más bien ridículas.
Ni la presidentA Claudia Sheinbaum ni los presidentes de las cámaras legislativas, Gerardo Fernández Noroña y Sergio Gutiérrez Luna, acudieron al segundo y último informe de la ministra presidenta.
Tanto mentar aquello de la investidura y la violación a las solemnidades para demostrar que en el fondo les tiene sin cuidado. Su ausencia a este acto subrayó que su reforma no es en pos de la utopía en la impartición de justicia, se trató siempre de una vulgar vendetta.
La misma que persigue Arturo Zaldívar, quien después del informe de la ministra presidenta Norma Piña señaló: “pasará como la peor titular de la presidencia de la SCJN. Confundió independencia con oposición y estrategia con arrogancia… “. Se proyectó al cien por ciento. Él pasará como el peor titular de la SCJN. Confundió independencia con dependencia y estrategia con genuflexión. El mismo López Obrador lo dijo en alguna mañanera, que él le hablaba a Zaldívar para que se decantara de determinada manera en algunos asuntos judiciales.
Eso es lo que les dolió; la independencia y autonomía que defendió Norma Piña hasta el final. Todavía hoy, a sabiendas de que el Poder Judicial está desahuciado, tuvo el valor civil de señalar: “las y los ministros que votamos en contra de lo que el gobierno percibió como contrario a su proyecto político, fuimos acusados de traidores; en cambio, cuando la Corte resolvía casos de forma que se percibía favorable al gobierno, dichas resoluciones se celebraban públicamente.”
Y eso es precisamente lo que nunca entendió el obradorismo. La Corte no tiene por qué votar a contentillo del gobierno en turno. Si la razón la tenía la administración pública, se le otorgaba; si no la tenía, no se trastocarían las sentencias solo porque el gobierno presionara.
Pero el daño al país está hecho; lo lograron. Se sabía cuál era el script que iba a seguir López Obrador. Él y su movimiento lo siguieron y fueron muy exitosos en ello.
Fernández Noroña ya anunció que no invitará a Norma Piña a la entrega de la Medalla Belisario Domínguez, Poder Ejecutivo y Legislativo mostraron su desprecio hacia ella Piña Hernández y el PJ hasta el final, y todavía tienen la caradura de decir que la conflictiva fue ella…
“A mí en lo personal, perdió todo respeto que pudiera tener hacia la presidenta de la Corte”, dice el presidente del Senado. Olvida que esto NO no debió ser personal, sino del titular de un poder, como él es de otro. Y representando a los poderes, se les invita, le caiga como le caiga. Que Claudia Sheinbaum sopese; en el momento en que el senador (o cualquier otro) “pierda todo respeto que pudiera tener hacia la presidenta”, ya podemos barruntar que volverán a dividir y vencer.
Dicotomías absurdas y lastimosas que, no importando el daño hecho al país, han dado en el blanco.