“La ofensa más atroz que se puede inferir al hombre es negarle ser honrado.”
CESARE PAVESE
“Allá en la inmensa altura
De un héroe el pensamiento
Volaba tras la dicha
De ser el vencedor
Tan sólo por la gloria de ver que su bandera
Flotara con orgullo allá en otra nación
Sarabia atravesaba la larga cordillera
Volando como nunca lo hiciera otro aviador
Y a veces desafiando
La muerte traicionera
Surcaba el horizonte
Rugiendo su motor”
FELIPE VALDEZ LEAL
Francisco Sarabia llevó el nombre de Ciudad Lerdo, Durango y de todo México en alto. Fue uno de los pioneros de la aviación no solo en nuestro país, sino también del mundo. En México fundó en 1920 la empresa “Transportes Aéreos de Chiapas”, la PRIMERA aerolínea nacional. También fundó una escuela para pilotos y mecánicos de aviación. Y en su momento tuvo los récords de velocidad entre la CDMX y Nueva York; CDMX-Los Ángeles; CDMX-Cd. de Guatemala, por mencionar algunas rutas. Además, logró conectar todo el sureste del país, estableciendo traslados entre Tabasco, Chiapas, Yucatán y el hoy Quintana Roo, en ese momento fuertes zonas chicleras.
Este sábado 7 se recordó al piloto en el 86º aniversario de su deceso; en su natal Lerdo se llevaron a cabo dos ceremonias para celebrar a uno de los hijos más famosos y el más rápido.
En esa localidad se encuentra el museo homenajeando al piloto, el cual se construyó exprofeso para cobijar su memoria y el avión en el que perdió la vida: un Gee-Bee al que bautizó como “Conquistador del Cielo”. En todo el mundo de dicho modelo ya solo queda este aparato.
Me honra el ser amiga de la nieta de este gran piloto, por lo cual tuve el gusto de poder asistir a la ceremonia donde ella continuaría donando pertenencias de su abuelo al museo (lo viene haciendo periódicamente desde hace años), para que los lerdenses puedan celebrar al capitán Sarabia. Y es que, verán ustedes, duranguenses y coahuilenses aprecian mucho a este hombre; lo recuerdan en el nombre de calles, oficinas, escuelas, casas y hasta en un corrido.
Pero tristemente lo que debía de ser exclusivamente una ocasión de celebración, se vio ensombrecida pues muchos de los haberes del piloto (todos ellos donados por la nieta) habían “volado” a otras latitudes, sin un por qué, sin autorización para ello y sin el permiso legal, de la familia del capitán y tampoco de los lerdenses que le admiran.
Pasmoso resultó ver que cuando mi amiga le entregó al alcalde priista de Lerdo la brújula de bronce de su abuelo, sin que se le moviera un solo pelo, guardó esta en su bolsillo. Luego, cuando la donante comentó que quería firmar un acta de donación sobre las diversas piezas entregadas, se hizo el silencio.
El cinismo alcanzó las cotas más altas. Fue dicha sinvergüenzada que impulsó a que ella, su familia y amigos de Lerdo dieran una vista concienzuda al museo y se percataran de diversos faltantes.
Lo que debió de ser un festejo, un recuerdo lleno de orgullo (mi amiga no conoció a su abuelo y poco a su padre, quien también falleció en un accidente aéreo cuando ella tenía 11 añitos), se convirtió primero en un momento de incredulidad, seguido por la tristeza y el enojo por saber que alguien (o varias personas) está(n) desvalijando el museo. El actual director del Museo Francisco Sarabia de forma particular; principal sospechoso de lo que ha sido sustraído.
Autoridades que se han convertido en muestra perfecta del porqué tantas veces los ciudadanos han decidido optar por la 4t o por qué muchos no pueden comprender que el priismo siga vivo. En Veracruz, por ejemplo, el PAN y MC recuperaron o ganaron municipios que se encontraban gobernados por la 4t; allí el PRI cayó al último lugar.
La nieta de Sarabia regresó ayer lunes al museo para cerciorarse de los faltantes. Comprobó que no solo había importantes sustracciones, sino que también la máscara mortuoria de bronce de su abuelo (que ella donó tiempo atrás) fue pintada con una capa de pintura dorada, lo cual daña la pátina del bronce y la máscara en su totalidad.
¿Hará algo el gobierno estatal de Durango? O al ser también priista, no llamará a cuentas a los pillos.
Queda claro que ahora deberán hacer un inventario completo del museo, instalar cámaras de seguridad y ver cómo los que se han enriquecido (o montado un museo particular) devuelvan las piezas al recinto de quien honró a su patria chica, a todo México y buscó cómo conectar a nuestro país en lo que era el transporte más moderno de su momento, como lo fue la aviación..
Francisco Sarabia, cuyos restos yacen en la Rotonda de los Hombres Ilustres, fue un hombre de grandes vuelos por todo lo que logró en su vida. Quienes están involucrados en los hurtos que imposibilitan que cientos o miles de chiquillos admiren los recuerdos de Sarabia, solo son una sinvergüenzada de altos vuelos.
Vergüenza de funcionarios públicos que no pueden respetar ni siquiera a un héroe.
