“La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar sólo después de consumados los hechos.”

MAO TSE-TUNG

“No se puede juzgar la vida de un hombre hasta que la muerte le ha puesto término.”

SÓFOCLES

“Siempre tuvo la falda muy corta y la lengua muy larga.”

JOAQUÍN SABINA

Aplica —y le funciona— la misma receta de López Obrador. Tan es así que aquí estamos, criticando esto, gastando tinta, distrayéndonos con ello. Lo que no quita que la doña se mordió la lengua. Y eso da para ‘echar carrilla’.

Luego de que él compartió en redes que ella es una persona “autoritaria”, Claudia Sheinbaum dijo que Claudio X. González es un “júnior tóxico”. En lugar de dejarlo pasar, la presidenta estratégicamente optó por engancharse respondiéndole al activista. Pronto llegaron las contra respuestas... y es que vaya que pululan los júniores tóxicos en nuestro país.

‘Para tener la lengua larga, hay que tener la cola muy corta’. Solo así la crítica no regresa como bumerán. Pero, ¿qué se le va a hacer? Después de todo, ‘lo que te choca, te checa’.

El pueblo bueno de México podrá acusar a Claudio X. González de “júnior” mas, al final del día, su enriquecimiento no es inexplicable, como ocurre con mucho júnior que opera con, trabaja para y cobra en “Regeneración” Nacional

González Guajardo no se esconde en los pantalones de su papi (los presume, eso sí) como sí lo hace Miguel Ángel Yunes Márquez con su padre. ¿O no fue Yunes Linares el que dio la cara y anunció que su hijito no podía asistir a la discusión legislativa porque “estaba muy enfermo”. Horas después, el joven Yunes se apareció rozagante y votó con Morena. A él se le conoce ahora como el ‘junior tóxico traidor’ por excelencia.

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Hay otros especímenes. No hay sorpresa ahí. Lo malo —muy malo— es que la toxicidad de los júniores del régimen va acompañada de otros males como son: el nepotismo, la ineficiencia, la inutilidad, la soberbia y la corrupción muy notablemente.

El júnior tóxico estrella es sin duda alguna José Ramón López Beltrán. Pasó de desempleado a millonario. Los simpatizantes obradoristas dicen que es gracias a su matrimonio. Lo que no dicen es que, por azares del destino, su esposa trabajaba en una empresa que se vio beneficiada por sus contratos con Pemex que palomeó Andrés Manuel López Obrador vía Octavio Romero Oropeza. Ahí no terminó la cosa; más bien empezó. ¿La última de una larga lista? Hace apenas unos días, Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México, invitó y placeó al hijo mayor de AMLO en actos de gobierno; en la entrega de estímulos a deportistas para ser exactos. Menuda burla dada la oronda figura del júnior tóxico. Delfina se pasa.

Seguimos. Andrés López Beltrán es hoy el secretario de organización de Morena; para fines prácticos, el que maneja dicho instituto político. Pobrecito júnior tóxico empoderado; solo manejará una bolsa de casi 4 mil millones de pesos… Sin contar que ayudó a varios —demasiados— de sus amigos a realizar jugosos negocios en el gobierno de su papi.

Rosario Piedra, la presidenta de la CNDH aún. No hay que buscar palabras; la misma presidenta Sheinbaum lo dijo: “es un símbolo por ser hija de Rosario Ibarra”. No es por ella, qué conste; es por ser hija de mami…

Evelyn Salgado, la hija de Félix Salgado Macedonio. Fue candidata a gobernadora de Guerrero solo porque su papi no pudo; enfrentaba unas acusaciones muy serias. Pero en el vapuleado estado no es ningún secreto que quien manda es “El toro”; ella es solo hija de papi.

Emiliano Batres, hijo de la ministra ignorante. No terminó su carrera de derecho, pero bien que cobró en el gobierno por sus “interpretaciones jurídicas”. El puesto no se lo ganó por conocimientos; fue por ser hijo de Lenia Batres.

Luisa María Alcalde Luján quien hoy es presidenta de Morena, antes secretaria de Gobernación y antes de ello del Trabajo. ¿Su gracia? Que su madre, Bertha Luján, sea amiga de López Obrador.

No es la única júnior tóxica de la familia; también su hermana Bertha María probó las mieles del poder al haber estado como directora del ISSSTE en el último tramo del sexenio pasado.

En la familia Alcalde Luján, ser júnior llega hasta las sobrinas. Tania Tiscareño Luján y Karina Luján Luján trabajaron en el sexenio de López Obrador. ¿La razón? Ser sobrinas de Bertha...

Pablo Daniel Taddei, hijo del “super delegado” en Sonora y sobrino de Guadalupe Taddei (presidenta del INE), fue nombrado director de Litio de México, cuando aún no terminaba su doctorado en la muy “fifí” universidad de Harvard.

No es el único júnior de la familia Taddei. Luis Rogelio Piñeda Taddei hijo de Guadalupe, fue contratado por la ministra Yasmín Esquivel como su secretario auxiliar II. Apenas este año recibió su cédula profesional de abogado y tiene un sueldo superior a los 85 mil pesos mensuales brutos.

Caty Monreal, hija de Ricardo Monreal, es dueña de gasolinerías desde que tiene 16 años. No trabajaba en ese entonces sino que las obtuvo gracias a su papi.

Sabemos del gran berrinche que hizo ahora que no pudo ganar ni por la buena ni por la peor la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México. Por cierto, el sexenio pasado, su compañía gasolinera recibió un total de casi 1.8 millones de dólares en contratos de la Secretaría del Bienestar, SCT y el IMSS. De 71 contratos, 59 le cayeron en sus manos por adjudicación directa.

Ángel Gómez Concheiro, hijo de Pablo Gómez de la UIF y Elvira Concheiro (extesorera de la Federación). El júnior fungió como director de grandes festivales comunitarios en la Secretaría de Cultura de la CDMX, donde se embolsaba al mes 82 mil pesos.

Galia Borja Gómez, sobrina de Pablo Gómez, subgobernadora del Banco de México.

Miguel Torruco Garza, hijo del exsecretario de Turismo del mismo nombre. Fue diputado federal y ahora se le designó como director nacional de promoción del deporte y bienestar. Uno de los júniores más carismáticos de la austera 4t o eso cree de sí mismo. Al grado que le regaló una fotografía icónica a López Obrador, sin haberle pagado al artista que la realizó…

Inolvidables los negocios con el IMSS por parte de León Manuel Bartlett. Quizá su fina crianza es lo que permitió que tuviera arreglos con el ‘primer piso de la Cuarta Transformación’…

Cecilia Guadiana, flamante senadora de Morena por Coahuila. Ella heredó, perdón obtuvo los votos, gracias a que es digna hija del hoy finado Armando Guadiana.

Alejandro Murat, júnior del priismo y ahora júnior de la 4t. Su padre, Murat Casab, tuvo que acercar a su hijo al equipo de Claudia Sheinbaum; le consiguió fuera senador plurinominal por Morena.

Javier Herrera Borunda (PVEM), presidente de la Comisión de Vigilancia en la Cámara de Diputados. Júnior —bastante— incómodo; hijo de Fidel Herrera, exgobernador de Veracruz, y quien fue señalado por desvíos multimillonarios…

Paula García Villegas Sánchez Cordero, hija de la diputada Olga Sánchez Cordero. Paula es magistrada del Tercer Tribunal Colegiado en materia civil del Primer Circuito de la Ciudad de México. Obviamente, en la tómbola no tuvo que dejar su puesto…

Aquella frase de José López Portillo al nombrar a su hijo como subsecretario de Hacienda sigue hoy vigente; varias veces multiplicada, a pesar de los 40 años de distancia.

Los júniores del Bienestar ocupan plazas; el único requisito es ser hijo de, sobrino de, pariente de y presentarse como amigo del oficialismo.

Giro de la Perinola

Después de que Sheinbaum le contestó a Claudio X. González que él “junior tóxico”, él le contestó diciendo: “usted no parece poder decirle ‘NO’ a su ‘padre político’ y a sus muchas ocurrencias destructivas. ¿Quién es entonces “la junior”?”. Y sí, entiendo que López Obrador aún pesa mucho en el ánimo de las personas, pero ya es momento de cortar el cordón umbilical.

Por cierto, gracias a Mexicanos Contra la Corrupción, OSC fundada por Claudio X. González, se conocieron los escándalos de corrupción más importantes del sexenio de Peña Nieto, como fue “la Casa Blanca” y la “Estafa maestra”. Casos que en su momento usó López Obrador para señalar la terrible corrupción del gobierno. Eso, la 4t lo ha olvidado convenientemente.

Consejo no pedido: deje de hacerle caso a sus asesores, solo la ensucian. El uso de espacios oficiales para ataques personales revela más debilidad que liderazgo. Siendo usted presidenta, evada la crítica con censura y enfrascarse en el porqué o el cómo le dijeron.

Otros júniores:

Román Meyer Falcón, exsecretario de la SEDATU y Lorenzo su hermano, exmiembro del consejo de administración de Pemex.

Alejandro Encinas Nájera, hijo de Alejandro Encinas; fue subsecretario de Comercio Exterior.

Carmelina Esquer Camacho, hija del secretario particular de López Obrador, Alejandro Esquer Verdugo, fue directora de PEMEX Procurement en Houston.

Jorge Adrián Alcocer Castillejos, hijo del exsecretario de Salud, fue director general de delitos financieros en la SHCP el sexenio pasado.

Julio Javier Scherer Pareyón, diputado federal plurinominal por el PVEM.

Octavio Augusto Ernesto Prieto Gallardo, hijo de Ernesto Prieto Ortega, exdirector del Instituto para devolverle al pueblo lo robado. Es magistrado, obviamente no salió en la tómbola y seguirá despachando en el Poder Judicial.

Magali Iraís Mendoza Ríos, hija de la exconsejera jurídica de Presidencia, María Estela Ríos González, también es magistrada y tampoco salió “premiada” en la tómbola…

Tatiana Clouthier Carrillo, hija de don Manuel Clouthier y de Leticia Carrillo. Pisotea el apellido de su padre (seguramente también el de su madre).